sábado, 3 de junio de 2017

Ajmantova.


Hay en la intimidad un límite sagrado
Que trasponer no puede aun la pasión más loca
Siquiera si el amor el corazón desgarra
Y en medio del silencio se funden nuestras bocas.

La amistad nada puede, nada pueden los años
De vuelos elevados, de llameante dicha,
Cuando es el alma libre y no la vence
La dulce languidez del goce y la lascivia.

Pretenden alcanzarlo mentes enaienadas,
Y a quienes lo transponen los colma la tristeza
¿Comprendes tú ahora por qué mi corazón
No late a ritmo debajo de tu diestra?

Este poema de la autora Ajmantova intenta interpretar varias cosas. En el primer párrafo podemos observar que la autora piensa que hay un límite en la vida que no se puede pasar y en el segundo párrafo argumenta el porqué de esto.  
En el segundo párrafo, ella argumenta que aunque haya amistad, el limite hay que saber donde está y que por mucha confianza que haya, no se puede pasar.

En el tercero, deja claro a su amado el por qué no quiere traspasar ese límite. Todo esto, tiene un tema un tanto sexual, como podemos observar.

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