Hay en la intimidad
un límite sagrado
Que trasponer no
puede aun la pasión más loca
Siquiera si el amor
el corazón desgarra
Y en medio del
silencio se funden nuestras bocas.
La amistad nada
puede, nada pueden los años
De vuelos elevados,
de llameante dicha,
Cuando es el alma
libre y no la vence
La dulce languidez
del goce y la lascivia.
Pretenden alcanzarlo
mentes enaienadas,
Y a quienes lo
transponen los colma la tristeza
¿Comprendes tú ahora
por qué mi corazón
No late a ritmo
debajo de tu diestra?
Este poema de la autora Ajmantova intenta interpretar varias
cosas. En el primer párrafo podemos observar que la autora piensa que hay un límite
en la vida que no se puede pasar y en el segundo párrafo argumenta el porqué de
esto.
En el segundo párrafo, ella argumenta que aunque haya amistad,
el limite hay que saber donde está y que por mucha confianza que haya, no se
puede pasar.
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